LAS 10 SEMILLAS DEL FRUTO 2018

Después de varios debates enriquecedores, el FRUTO 2018 generó 10 semillas para ser plantadas y cultivadas por todos, redactadas por el periodista ambiental Claudio Angelo, autor del libro «Espiral da Morte» (Espiral de la Muerte), ganador del Premio Jabuti en 2017.

1
LA HUMANIDAD ESTA EN UNA ENCRUCIJADA ALIMENTICIA

En los próximos 40 años, precisaremos producir la misma cantidad de comida que se produjeron en los últimos ocho milenios. Será necesario alimentar 9 billones de personas en 2050, con una expansión de la clase media en África y Asia que doblará el consumo de alimentos per capita. Todo esto en un mundo donde 815 millones de personas hoy pasan hambre y 1,5 billones están hipernutridas.

2
EL SISTEMA DE PRODUCCIÓN ACTUAL ESTA MATANDO AL PLANETA

La agropecuaria hoy en día es la actividad humana con mayor impacto sobre el globo. Usamos los recursos naturales equivalentes a una Tierra y media, lo que significa un robo a plena luz de día de nuestros recursos naturales. Cerca de 70% de la modificación de habitats y de la pérdida de biodiversidad se debe a la producción de comida. En Brasil, ya perdimos 20% del Amazonas, 50% del Cerrado y 93% de Mata Atlántica. Y la presión sobre los ecosistemas terrestres y marinos es ascendente.

3
LOS DESAFIOS NO TIENEN PRECEDENTES Y SON DE MULTIPLES ÓRDENES

En las próximas décadas, precisaremos producir más comida usando menos recursos. Eso es especialmente desafiante en un mundo en que el sistema de producción y distribución de alimentos está concentrado en manos de pocas corporaciones y sigue la lógica de la finanza global y no la de alimentar la humanidad.

4
EL CAMBIO CLIMATICO HACE ESTE PANORAMA MÁS DRAMÁTICO

El recalentamiento global viene reduciendo áreas de cultivo alrededor del mundo a una velocidad mayor de lo que los modelos suponían. El número de suelos degradados se puede duplicar para fin de siglo, y entre las áreas más vulnerables están aquellas donde viven los agricultores más pobres, como en África subsahariana y el Nordeste de Brasil.

5
LAS SOLUCIONES TAMBIÉN SON MULTIPLES

No hay una receta única para superar el desafío de alimentar bien a la humanidad. Parte de la respuesta está en la ciencia, con el desarrollo de la agricultura vertical, adaptada a las ciudades; con ingeniería genética y otras tecnologías agrícolas, para aumentar la resistencia de los cultivos al cambio climático y ampliar la eficiencia de la fotosíntesis. Pero parte de la respuesta también está en técnicas como la agricultura sintrópica, que no usa insumos químicos y la producción orgánica.

6
EL PRODUCTOR DE ALIMENTOS ES UN ALIADO, NO UN VILLANO

Pescadores de redes no matan tiburones y delfines porque quieren, sino por falta de oportunidades para pescar distinto. Un cuarto de los agricultores causa mitad del impacto ambiental no por maldad, sino por falta de recursos. Esa parte de los productores necesita ser objeto de políticas de aumento de eficiencia y de calidad. Deben ser encajados en nuevos modelos de producción, y no colocados como villanos.

7
LAS POBLACIONES TRADICIONALES SERÁN CADA VEZ MÁS IMPORTANTES

Indígenas, quilombolas y otras poblaciones de agricultores que poseen el conocimiento tradicional tienen un papel-clave en la alimentación del siglo XXI. Como guardianes de la diversidad de cultivos y de la “dispensa viva” que son los ecosistemas naturales, estos pueblos son la principal barrera contra la erosión genética causada por la agricultura comercial, que reduce tanto la variedad de alimentos que llega a nuestra mesa tanto como la resistencia del propio sistema agrícola, dominado por pocas plantas. Ellos precisan tener la integridad de sus territorios garantizados y sus productos integrados a sistemas modernos de comercialización, para que puedan llegar de la floresta a la mesa.

8
LOS OCEANOS SON LA PROXIMA FRONTERA

El aumento proyectado en la demanda por proteína animal es de 80% hasta 2050. El pescado puede ayudar a suplir gran parte de esa demanda adicional a una fracción de los costos y de los impactos ambientales. Pero será necesario desarrollar más aquicultura, ya que el pescado salvaje no puede más suplir el mercado, y cambiar radicalmente la manera como se pesca: 80% de las poblaciones están agotadas o superexplotadas y 40% de todo lo que se extrae del mar es captura accidental (“bycatch”).

9
ES NECESARIO REFORZAR LA ALIMENTACIÓN LOCAL

La cultura comienza a ser vista como ventaja comparativa, y la gastronomía es un brazo fundamental de esta nueva economía. La revolución gastronómica y turística de Perú muestra como países culturales y gastronómicamente diversos, como Brasil, pueden transformar ese activo en ventaja competitiva – generando recetas, “soft power” y, al mismo tiempo, protegiendo los campesinos y la diversidad de alimentos locales.

10
Y RECONECTAR LA POBLACIÓN URBANA CON EL CAMPO Y LA FLORESTA

Experiencias como las florestas de bolso de São Paulo y las huertas urbanas de Los Ángeles ayudan a mostrar que la frontera entre el consumidor y el productor de alimentos puede ser móvil. Más que eso, en un mundo donde 65% de la población vive en ciudades, es fundamental reconectar las personas con la manera como se produce comida y con el origen del alimento, y los ecosistemas naturales.